La pandemia de la Covid-19 ha marcado un antes y un después, especialmente para aquella parte de la población que ha sufrido una de sus secuelas más dañinas:  la incapacidad por Covid-19 permanente.

Covid-19 permanente: La secuela más peligrosa del coronavirus

Hace casi dos años que la Covid-19 asoló a todo el planeta, dando lugar a una crisis sanitaria, política y económica sin precedentes.

Esta terrible pandemia no solo nos ha dejado un gran número de decesos, especialmente durante el confinamiento de 2020, sino también un elevado número de personas afectadas de forma permanente por la enfermedad.

Entre un 10% y un 15% de la población, meses después de haber sufrido y pasado la enfermedad, todavía no se ha recuperado de la misma ni ha conseguido ser capaces de volver a llevar una vida normal.

Esto se debe a lo que se conoce como Covid-19 permanente o persistente, el cual provoca que algunas personas, tras haber pasado por la enfermedad, sigan manifestando algunos síntomas.

Los síntomas más leves son aquellos que, a su vez, son los más comunes como dolor articular y muscular, cefaleas, tos crónica, disnea, trastornos en el tránsito intestinal o dolor torácico.

No obstante, existe otra sintomatología o secuelas más graves que incapacitan todavía más a la persona que las sufre, como la fibrosis quística o el deterioro cognitivo. Estos casos se manifiestan especialmente en personas que estuvieron ingresadas e intubadas en la UCI.

 

Incapacidad permanente por Covid-19

Todavía es pronto para conocer a ciencia cierta qué patologías de las que presentan estas personas están relacionadas directamente con el Covid-19: psicológicas, neurológicas, respiratorias o motrices entre otras.

Son muchas las peticiones de incapacidad permanente que se han realizado, derivadas del Covid-19, y se espera que a lo largo del año este número siga aumentando.

Covid-19 incapacidad permanente

 

Falta de legislación que regule la incapacidad permanente por Covid-19

El Covid-19 es una enfermedad relativamente nueva de la que no solo se desconocen toda la sintomatología y afecciones que puede provocar, sino que también crece de jurisprudencia que la regule.

Pese a que las secuelas que provoca sí se han reconocido como causa de incapacidad, no existe una ley que garantice que los tribunales admitan a trámite los casos de incapacidad permanente.

A día de hoy hay cientos de afectados por Covid-19 persistente que, tras haber cumplido el año de baja y los seis meses de prórroga, están a la espera de la revisión de un tribunal médico que determine si se les otorga o no la incapacidad permanente.

Lo cierto es que nos encontramos ante un vacío legal, pues el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), debe tomar una decisión a ciegas sin una legislación que respalde a los ciudadanos o al propio INSS.

Esta incapacidad permanente, Covid-19 persistente o Long Covid que ha afectado hasta al 15% de la población, no ha sido reconocida hasta hace relativamente poco por la OMS como enfermedad.

El INSS afirma que, en caso de conseguir la baja por incapacidad permanente, el beneficiario recibirá una prestación económica acorde a su grado de incapacidad que tratará de cubrir la pérdida de ingresos que sufre el trabajador al verse reducida o anulada su capacidad laboral.

 

Múltiples quejas de los afectados por Covid-19 permanente

Tal y como apuntan desde la Asociación de Covid Persistente , son muchos los afectados por la Covid-19 permanente los que denuncian que las evaluaciones que se les está realizando no son correctas, pues no están realizando evaluaciones médicas presenciales.

Es más, en algunos de los casos se están dando altas forzosas antes incluso de cumplir los 18 meses de baja.

Lo peor de todo es que la baja de los afectados por Covid persistente no ha sido reconocida como una baja laboral o enfermedad profesional al no estar considerada como una enfermedad propia con carácter retroactivo hasta el 1 de enero de 2022 que se ha reconocido la baja de “Afección poscovid-19”.

Este reconocimiento ha dejado olvidados a las personas que llevan sufriendo esta enfermedad durante los últimos dos años, desde el comienzo de la pandemia.

Actualmente, son más de 6.000 personas las que forman parte de las diferentes asociaciones de afectados por Covid-19 persistente aunque los propios colectivos aseguran que hay miles más.

 

En Gabinete Pericial GPI estamos seguros de que esta situación se regulará muy pronto. Hasta entonces, recordamos que nuestro gabinete cuenta con un amplio elenco de peritos médicos que podrán ayudarte a gestionar y demostrar tu incapacidad permanente por Covid-19.

 

Perito para incapacidad Permanente por Covid-19

    PUNTÚANOS post