Perito Dermatología
Dentro de nuestros peritos médicos especializados, también ocupa un importante papel el llamado perito en dermatología. Encargado de realizar su trabajo en todo lo concerniente a problemas derivados de la piel.
De un tiempo a esta parte el querer parecer más joven, dedicarle más cuidados a nuestra piel y luchar contra un envejecimiento prematuro debido al estrés y al ritmo de vida que llevamos, ha hecho que las consultas se disparen en cuanto a los distintos tratamientos de nuestra piel.
Vivimos cara a una sociedad donde cada vez es más importante el aspecto físico, además que la mentalidad tanto de hombres como de mujeres, ha cambiado hasta el punto que se dedican muchos más cuidados a nuestra propia estética. Pero no siempre los tratamientos en este ámbito son los adecuados para cada persona. Aquello que puede dotar de mayor vitalidad a la piel de una persona, puede hacer estragos en la de otras.
De ahí que la figura del perito en dermatología sea una figura cada vez más importante y necesaria dentro de nuestros profesionales.
Al igual que ocurre en los tratamientos de cirugía estética, son muchos los centros que compiten con precios muy económicos, pero también son objeto de quejas, reclamaciones y por supuesto de negligencias importantes que hay que demandar.
El perito en dermatología, un profesional formado específicamente en esta disciplina médica, será la persona que detecte aquellos tratamientos indebidos que han podido causar lesiones irreparables en nuestra piel.
La importancia del perito en dermatología para una salud correcta
Sin embargo, el perito en dermatología va mucho más allá de las anomalías que puede sufrir un paciente tras un tratamiento médico. La piel no deja de ser el espejo donde se reflejan otro tipo de enfermedades causadas por tratamientos no aconsejables. De ahí que la formación de perito en dermatología diferencia claramente cuando el paciente tiene un problema derivado de la propia piel, o por el contrario es esta quien manifiesta los síntomas de otras enfermedades.
Las negligencias más comunes que detecta el perito en dermatología se engloban dentro de las llamadas intervenciones estéticas, tanto cosméticas como reconstructivas. Las más comunes son la inserción de injertos, el estiramiento facial que tan de moda está, aplicación de Bótox y todas aquellas pequeñas intervenciones realizadas a través de láser.
Las primeras sintomatologías que indican que algo no ha ido bien, van desde picores continuos, erupciones graves, quemaduras e incluso agrietamientos profundos. Todas estas reacciones pueden ser de carácter irreversible, lastimando la piel de por vida. Y por supuesto son objeto de estudio por un perito en dermatología para emprender acciones legales.
Pero como avanzamos antes, también las consecuencias de malas intervenciones o tratamientos, pueden dañar otros órganos de nuestro cuerpo. Sobre todo, en pacientes que presentan problemas de inmunología, neurología, reumatología, alteraciones endocrinas, o incluso enfermedades infecciosas. Por este motivo el perito en dermatología tiene grandes conocimientos médicos en estas dolencias, ya que las consecuencias de una intervención dermatológica o tratamiento, puede desencadenar un problema aún más grave.
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En la actualidad encontramos publicidad en la red de clínicas que plantean todo tipo de soluciones ante problemas dermatológicos. La fuerte demanda ha hecho que cientos de centros supuestamente especializados abran sus puertas en todo el territorio nacional. Sus precios son altamente competitivos, pero los problemas pueden salir mucho más caros.
En ellos se prometen soluciones rápidas contra patologías como el acné, la alopecia, la dermatitis atópica, enfermedades dermatológicas de carácter infeccioso, candidiasis, pasando por la urticaria o la sudoración excesiva también llamada hiperhidrosis.
Pero todas estas enfermedades requieren de especialistas que a veces no son dermatólogos, sino que son una consecuencia de otras patologías.
Por ello, antes de ponerse en manos de médicos milagrosos, es importante consultar y no seguir ningún tratamiento de efecto rápido y supuestamente eficaz que pueda ser contraproducente para la salud. Será en todo caso el perito en dermatología, el que intervenga para descubrir si con estos métodos se ha producido una negligencia médica.
Perjuicio estético
La mayoría de los casos donde debe intervenir la figura del perito en dermatología, también aparece un perjuicio estético que puede ser el resultado de una negligencia. Como tal, causa también un perjuicio psicológico al ver destrozada su piel con alteraciones aún más graves que las que intentó subsanar poniéndose en manos de especialistas.
La figura del perito en dermatología realizará un informe completo donde se recojan, desde los antecedentes clínicos del paciente, hasta el resultado final.
En los casos de intervenciones plásticas o reconstructivas de la piel, se investigará todo el proceso de la operación, pudiendo recaer la negligencia en uno o varios de los actores que intervinieron en ella.
La piel refleja claramente cualquier anomalía producida cualquiera de los pasos que se llevaron a cabo en el transcurso de la intervención o tratamiento. De esta manera, la denuncia por negligencia puede recaer desde el anestesista, el cirujano, los materiales y medidas higiénicas, así como la posología farmacológica.
Y es que por el número de tratamientos e intervenciones que día a día se realizan en España, han aumentado también las negligencias médicas de manera consecuente. Pero a ellas hay que unir también las consecuencias en la salud mental. Es normal por lo tanto las negligencias que afectan psicológicamente a los pacientes que recibirán el apoyo no solo del perito en dermatología, sino también de la figura del defensor del paciente.
Hablamos de un sector repleto de ofertas milagrosas que ofrecen remedios rápidos y económicos, pero no lo suficientemente controlado para que el número de negligencias disminuya debido a un mayor control de las autoridades médicas en este sector.
Solicitar la titulación del profesional que nos va a tratar no deja de ser un derecho de todo paciente, así al menos comprobarán su preparación para tratar problemas dermatológicos.
Podemos ofrecerle los servicios de nuestros peritos en todas las áreas del país: A Coruña, Albacete, Alcoy, Alcúdia, Alicante, Aragón, Águilas, Algeciras, Almería, Álava, Andorra, Arrecife, Asturias, Ávila, Baleares, Badajoz, Barcelona, Badalona, Benicasim, Benidorm, Bilbao, Burgos, Cáceres, Cádiz, Cambrils, Cartagena, Cantabria, Castellón, Ciudad Real, Córdoba, Cuenca, Ceuta, Cullera, Donostia – San Sebastián, Ferrol, Figueres, Galicia, Gandía, Gijón, Girona, Gipuzkoa, Granada, Gran Canaria, Guadalajara, Elche, Elda, El Hierro, Extremadura, Huelva, Huesca, Ibiza, Jaén, Jerez de la Frontera, Formentera, Fuerteventura, La Línea, La Rioja, La Palma, Linares, Palma de Mallorca, Pamplona, Ponferrada, Puertollano, La Gomera, Lanzarote, León, Lérida, Lugo, Logroño, Lorca, Madrid, Manacor, Mahón, Marbella, Málaga, Mataró, Menorca, Mérida, Melilla, Murcia, Navarra, Orense, Orihuela, Oviedo, País Vasco, Palencia, Plasencia, Pontevedra, Puerto De la Cruz, Puerto del Rosario, Reus, Sagunto, Salamanca, San Sebastián, Santander, Segovia, Sevilla, Soria, Tarragona, Santiago de Compostela, San Fernando, Santa Cruz de Tenerife, Sóller, Utrera, Talavera de la Reina, Teruel, Tomelloso, Toledo, Torrevieja, Valdepeñas, Valencia, Valladolid, Vigo, Vinaròs, Vitoria-Gasteiz, Vizcaya, Zamora y Zaragoza.
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