Perito Urólogo para examinar intervenciones sobre el aparato reproductor y urinario

Entendemos por urología, la especialidad médica, que trata tanto de la prevención, tratamiento y diagnóstico del conjunto de enfermedades renales, del aparato urinario y retro-perineo que pueden afectar a personas de ambos sexos. Así como las enfermedades ocasionadas en el aparato genital masculino.

Muchas personas tienen a identificar a la figura del urólogo como la del especialista encargado del tratamiento de alteraciones derivadas de la próstata o de los genitales masculinos, sin embargo, es un especialista capaz de atender casos de alteraciones o enfermedades propias de riñón en ambos sexos.

El perito urólogo será el encargado de cotejar toda la información médica que disponga del paciente, su historial más completo, además de las pruebas realizadas de todo tipo. Con este trabajo minucioso y muy profesional, valorará los argumentos que posteriormente serán recogidos en un informe pericial que será, junto a su pericia y conocimientos, el que se presentará en un juzgado en caso de existir malas praxis o negligencias médicas.

¿Cuál es la labor del perito urólogo?

Los peritos urólogos que trabajan con nosotros, son grandes profesionales de su especialidad. Los años de experiencia clínica, junto al continuo aprendizaje en su área, los convierten en los peritos urólogos perfectos para el desarrollo de su labor. Un trabajo que consiste en la reunión de todo tipo de pruebas recogidas a lo largo del historial del paciente, los tratamientos o diagnósticos a los que ha sido sometido por parte de otros facultativos, y por supuesto la focalización del problema que ha derivado en daños para la persona o incluso su fallecimiento.

Para ello, trabaja con otros peritos médicos que puedan también aportar información desde su campo, ya que las especialidades se dan la mano en muchas situaciones médicas. Junto a sus opiniones y estudios, elaborará y defenderá, junto a abogados bien conocedores del caso, las posibles negligencias o equivocadas actuaciones médicas que han llevado a que el paciente necesite de la figura del perito urólogo.

El amplio mundo de la urología

Como decíamos al comienzo, el perito urólogo es el médico especialista que también tiene conocimientos quirúrgicos, para el tratamiento del aparato urinario tanto del hombre como de la mujer. También es el profesional experto en cualquier anomalía del aparato reproductor masculino.

Pero en contra de lo que se cree, que es un especialista sólo para hombres, también las mujeres acuden con frecuencia, sobre todo para casos relacionados con piedras en los riñones, infecciones en vías urinarias (tumores, incontinencia o infecciones).

Si bien es cierto que estos últimos casos, muchas de ellas prefieren consultar antes a su ginecólogo, pero es más por un factor de empatía personal, que por otras razones. En el caso de los hombres, es conveniente visitar al urólogo de manera periódica, sobre todo a partir de los 45 años que es cuando se ha comprobado que se presentan anomalías como el crecimiento prostático y el cáncer de próstata.

Los síntomas más comunes a la hora de acudir a este especialista son: presencia de cálculos en los riñones, sangre en la orina, fimosis, incontinencia urinaria, infecciones, disfunción eréctil o eyaculación precoz.

Por otro lado, entre las funciones de un perito urólogo, también está el ofrecer tratamiento e investigar sobre problemas de índole sexual en el hombre. Algunas de ellas pueden ser causadas por anomalías que si precisan de una investigación más profunda para poder descartar que no sea nada clínico.

¿Cuándo es necesaria la intervención de un perito urólogo?

Desgraciadamente, la intervención de un profesional perito urólogo se hace necesaria cuando en cualquier parte del ámbito de su especialidad algo ha ido mal. Desde un mal diagnóstico, un incorrecto tratamiento o un problema derivado de una intervención quirúrgica.

Es muy importante que las revisiones se hagan periódicamente, como hemos anteriormente comentado. Más en caso de que el índice de PSA sea excesivamente alto y se detecta fácilmente con un análisis de orina. El antígeno prostático especifico (PSA) no deja de ser una proteína producida por la propia próstata y que interviene en la disolución del coágulo seminal.

Cumple una función específica de la próstata, y simplemente hay que observar que se mantenga en unos valores que no crezcan con rapidez. No es siempre un indicativo de que se padezca un cáncer de próstata, ya que está con los años también crece y precisa de mayor PSA, por lo que el uso de tratamientos o intervenciones para pequeños tumores no es a veces la mejor solución.

El exceso de tratamiento expone a los hombres, innecesariamente, a posibles complicaciones y efectos secundarios nocivos de los tratamientos para cáncer inicial de próstata, tales como la cirugía y la radioterapia. Los efectos secundarios de esos tratamientos son la incontinencia urinaria. (inhabilidad de controlar el flujo de orina), problemas con las funciones intestinales, la disfunción eréctil (falta de erecciones, o tener erecciones que son inadecuadas para las relaciones sexuales) e infección.